viernes, 27 de agosto de 2010

Noticias Generación Ni-Ni


Luis Miguel González
Generación Ni-Ni: una estampa del limbo
http://eleconomista.com.mx/caja-fuerte/2010/02/12/generacion-ni-ni-estampa-limbo


El purgatorio económico tiene forma: ser joven, no estudiar ni trabajar. Para ellos se ha inventado un término, generación Ni-Ni
El purgatorio económico tiene forma: ser joven, no estudiar ni trabajar. Para ellos se ha inventado un término, generación Ni-Ni y una cifra: se dice que son 7 millones de personas en México.
No está claro de dónde salió el número, pero es evidente que se trata de uno de los mayores problemas sociales: no hay futuro para un país que no tiene casi nada que ofrecer a un tercio de su población joven.
La PGR advierte del riesgo de que ellos sean cooptados por la delincuencia organizada. Expertos del sector salud se refieren a un abanico de problemas que van desde las adicciones hasta la depresión y el suicidio.
La economía también aporta sus preocupaciones: tener millones de jóvenes que no estudian ni trabajan significa derrochar uno de los recursos más valiosos. Divino tesoro, le llamaban los poetas cursis. Bono demográfico, dicen los estudiosos. Todos se refieren a un potencial creativo, productivo y transformador que está en la juventud y no se realiza.
¿Cuántos son los Ni-Nis? Se repite desde hace algunos meses, como si se tratara de una realidad estática. Estamos ante una mancha que está en movimiento perpetuo. Podrían ser más que 7 millones. El INEA asegura que 17 millones de personas han dejado los estudios por dificultades económicas (no en esta crisis, hay que aclarar). La última Encuesta Nacional de la Juventud, hecha en el 2005, registra que 33.7% de los jóvenes de 20 a 24 años no había trabajado jamás. En el caso de los de 25 a 29 años es 21.3 por ciento. El desempleo abierto de los jóvenes es el doble que en la población general.
Los Ni-Nis mexicanos son muchos y no necesariamente se parecen a los de otros países. En España hablan de esta generación como la primera en encontrar un panorama económico muy negativo. Han estado precedidos por tres décadas de bonanza que trajo tolerancia y confort. En Estados Unidos se refieren a una generación NEET. No employment, no education and no training. Son cientos de miles y están desconectados de la esperanza.
Los Ni-Nis mexicanos son un reflejo de nuestra sociedad. Algunos viven su drama en sintonía con las últimas tendencias de la globalización. Son bilingües, tienen acceso a la tecnología y patrones de consumo de ocio muy sofisticados, con frecuencia subsidiados por sus familias. La mayoría no tienen tanta suerte. Su niniedad es una de las caras de la pobreza.
Los jóvenes son la parte más vulnerable del mercado de trabajo, afirma un estudio de la Cepal. Sufren discriminación, escasa oferta y alta rotación. Las conclusiones datan del 2004 y el tiempo no las ha atenuado, más bien las ha hecho más severas.
No estudiar ni trabajar provoca depresión, desánimo y ansiedad, dicen los expertos en sociología y salud mental. Entre más tiempo dure una persona en esta condición, los efectos serán más profundos. Puede llegar a significar marginación e inadaptación social severas. Tenemos un problema enorme y le ponemos enfrente soluciones pequeñas y desarticuladas. Lo que hagamos con los jóvenes determinará nuestra viabilidad, como país. Son millones de ilusiones perdidas, cientos de miles de proyectos no realizados y una herida social de cicatrización complicada. ¿Quién será el audaz que los convierta en esperanza y artífices de nuestro desarrollo?

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